viernes, 1 de marzo de 2013
Ficha: ¿Dónde esta la escuela? - Duschatzky y Birgin
TÍTULO DEL LIBRO: ¿Dónde esta la escuela?
DATOS BIBLIOGRÁFICOS
AUTOR O AUTORES :Silvia Duschatzky- Alejandra Birgin
EDICIÓN :
Nº VOLÚMENES :
LUGAR Y FECHA DE EDICIÓN :Buenos Aries , Argentina 2001
EDITORIAL : Flacso Manantial
Nº DE PÁGINAS (TOTAL) :149
Nº DE CAPÍTULOS Y SUBTÍTULOS DE LOS MISMOS :
Capítulo 1 Escenas escolares de un nuevo siglo-Capítulo 2 De la gestión de resistencia a la gestión requerida-Capítulo 3 Ideas que responden,preguntas que no cesan.Para una clínica de las instituciones-Capítulo 4 Escuelas en escena.Imágenes institucionales que estallan el discurso el educativo- Capítulo 5 Los bordes de lo escolar
Ficha: Marta Boutet
CONTENIDO (Temas Centrales)
Escenas de gestión escolar –Escuelas atravesadas por el empobrecimiento, la marginalidad y los cambios en las familias-Directivos que se preocupan por incluir hijos de la clase media empobrecida y desestructurada e hijos de la marginalidad-Educadores comprometidos con mejorar la calidad de los procesos y las experiencias de quienes habitan sus escuelas-
Contenidos por Capítulos
Capitulo 1: “No es fácil pilotear la escuela en estos tiempos. Muchas iniciativas pensadas desde las instancias de gobierno para paliar los efectos de la crisis toman rumbos inesperados. Las becas es uno de los ejemplos más emblemáticos. Los pibes y sus familias, las esperan ansiosamente porque se convierten en el único ingreso familiar”
Capitulo 2: “La escuela tiene una función que cumplir. Para hacerlo necesita de otras organizaciones. La escuela y sus otros deberán operar en red estableciendo alianzas. Es la especificidad de cada una de las organizaciones lo que se manifestará en estas alianzas para aportar complementariamente en el proyecto educativo.”
Capitulo 3: “Explica una de las psicólogas.” “Le digo a la maestra que el chico necesita atención individual. Le digo a la madre que el chico necesita atención individual. Le digo al director que el chico necesita atención individual. Le digo al chico que necesita atención individual. A todos les digo que necesita atención, pero ¿Dónde? Nosotras no podemos y no hay a quien derivar.”
Comenta una trabajadora social: “el problema es creernos salvadoras. Sentirnos culpables por no tener poder. No somos magas, aunque nos llamen las brujas. Después de todo, ¿Por qué tenemos que hacernos cargo de la ausencia de alternativas que la comunidad tiene?”
Capitulo 4: “Estos pibes, lejos de transitar una moratoria social se hacen cargo de situaciones familiares complicadas. En muchos casos son únicos proveedores de sus hogares y son los que se ocupan del cuidado de sus hermanos menores. Los que comparten la vida escolar con el trabajo…”
Capitulo 5: “Quizás lo que sea necesario destacar es aquello que entendemos que la identidad no es más de lo mismo, no es clonaje, no es copia ni fotocopia, no es la detención del tiempo del modelo que lo atrape, es la manera de trabajar el transcurso del tiempo, su devenir mismo. La identidad siempre abre la posibilidad de incorporar la diferencia, vinculada a la alteridad sin la cual no se construye, se compone de una multitud de identificaciones, que pueden a su vez resignificarse, o permanecer casi inalterable.”
Valoración Personal:
Este ensayo nos invita a transitar escenas desde la gestión escolar donde nuestra escuela está atravesada por el empobrecimiento y la marginalidad y los cambios en su familia.
Creo que trabajar en estos contextos implica un compromiso real, ya que las problemáticas cotidianas, cada vez son mayores y de diferentes índoles, se necesita mucha tolerancia, esfuerzo y responsabilidad.
Me impactaron algunos relatos como : ” ... esperábamos salir de la escuela para ir a robar, por supuesto armado. Venia intermitentemente. Frecuentemente íbamos a buscarlo a su casa pero era difícil encontrarlo, vivía huyendo de la policía. Finalmente y luego de varios intentos lo encontramos y logramos que volviera a la escuela. En una ocasión, un amigo lo espero afuera y juntos fueron a robar a una carnicería. La policía los atrapo con la bolsa de carne, lo detuvo y lo llevó al juzgado. Apenas nos enteramos de lo ocurrido fuimos al juzgado con la asistente social. Allí nos dijeron que si estábamos dispuestos a bancarlos que hiciéramos una carta dirigida al juez. El pibe era adicto. Hicimos la carta y afortunadamente pudimos evitar que lo trasladasen al instituto de menores. Finalmente lo enviaron a una granja de recuperación. No le perdimos en rastro, de tanto en tanto lo visitábamos. En unos días sale, vamos a ir a esperarlo para traerlo nuevamente a la escuela. Ya nos dijo, que quiere ver a sus compañeros. La escuela para los chicos es mucho más que una escuela…
Más de una vez se escuchan comentarios como este: ‘nosotros zafamos con la escuela que tenemos…”
Es posible pensar la gestión escolar de una manera distinta al paradigma dominante al que solo le preocupa hacer más eficiente lo que existe.
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